viernes, 5 de julio de 2013

Clandestino, el espacio de los artistas emergentes


Frente a la necesidad de que existan nuevos espacios para aquellos artistas emergentes que aún no les ha llegado la oportunidad de exhibir sus obras, surge Clandestino, un lugar para que entren los que quieran.
Michelle RamiriosKarina Pérez Clandestino
En una entrevista en exclusiva a Voces Diario Digital, Karina Pérez fundadora de Clandestino, comparte las motivaciones que llevaron al colectivo a abrir este espacio de expresión, la incidencia que puede tener en la juventud y en la promoción del arte como una forma de crear consciencia social.
¿Cuáles son las actividades que se realizan en Clandestino? ¿Se entendería como un Centro Cultural?
Estamos en proceso, empezamos con lo que a la gente más le llama la atención, música en vivo de diferentes géneros, exposiciones de pintura, las exposiciones de fotografía, recitales de poesía, teatro, no solamente es un café o un bar en el que vas a recibir a los clientes, sino que les ofrecemos un programa cultural variado entre la semana. Van surgiendo más ideas como los talleres que tendremos los sábados y que están programados para julio. No es necesario que la gente venga como clientes, sino que es una casa abierta en la que diferentes personas darán los talleres.
Hay muchos artistas que su talento no es conocido, ¿Para quiénes es este espacio?
No tenemos un slogan, pero lo manejamos, “Al Clandestino, entren los que quieran”, en el sentido de que cualquiera que quiera expresarse o enseñarle a otros, aquí es bienvenido. Varios poetas se nos han acercado porque no han tenido un lugar donde poder expresarse y nosotros ya estamos trabajando en los recitales, ellos tienen buenos poemas y nosotros estamos logrando que se desenvuelvan un poco más. Es para cualquier artista que quiera exponer las creaciones que tiene.
¿Cómo surge esta iniciativa, cuál fue la necesidad que ustedes vieron y qué los motivó a crear un espacio así?
El año pasado perdí un proyecto muy grande y muy especial y quedé un poco a la deriva de lo que quería hacer, pero siempre estaba esa espinita de que quería un espacio, además de que mis amistades se sumaron al proyecto y acordamos hacer un colectivo, somos un colectivo de siete personas y se vio la necesidad de que las mismas personas que ya no nos veían en el lugar donde estábamos antes, nos preguntaban si queríamos tener algo y así logramos tener Clandestino.
¿Cómo es el apoyo o la relación con las organizaciones sociales que necesitan un espacio para crear consciencia de lo que pasa en nuestro país?
En las actividades que nosotros organizamos, siempre buscamos que tengan un fondo de ayuda social. Como estamos empezando, muchas organizaciones no nos conocen, pero estamos en la disposición de que si quieren hacer charlas, foros o reuniones, esta es casa abierta.
En julio tenemos una campaña de apoyo para el Teatro del Azoro, porque perdieron un fondo que tenían para viajar a España y presentar la obra “Los más solos”, como son un grupo de mujeres luchadoras que se han enfrentado a una cosa que no es fácil, nosotros nos sumamos porque creemos que hay arte en El Salvador, y si de otros lugares del mundo las llaman, es porque lo que están presentando vale la pena.
En la música en vivo, no sólo buscamos artistas con trayectoria, sino artistas emergentes, que empiezan y que como no tienen un record muy grande de producciones, que solamente han practicado en sus casas y han hecho pequeñas pruebas piloto, nosotros les damos el espacio para desarrollarse más como artistas.
Y en este espacio que han abierto para artistas emergentes ¿Cómo ha sido la respuesta del público, los comentarios a través de Facebook?
Nosotros abrimos la página de Facebook tres semanas antes de aperturar y cuando abrimos, ya teníamos más o menos 600 seguidores en el que conocidos ya estaban emocionados con este nuevo espacio y poco a poco hemos llegado a mil 100 seguidores. Publicamos promociones de los productos que tenemos, pero también publicamos contenido cultural y vemos que ya no sólo es una bebida, sino el acompañamiento de algo, buscar algo que ver, conciertos, recitales y de por medio están los productos. Es crear una nueva forma de vida social, de ver con tus amigos un espectáculo sencillo o grande.
La aceptación de la gente es bastante grande, las mismas personas que vienen nos traen las ideas de lo que podemos crear, vemos que poquito tiempo tiene que pasar para que la gente quiera formar parte de Clandestino.
Clandestino poemaEspecíficamente, ¿De qué manera contribuye este esfuerzo a la promoción de la cultura y a la motivación de los jóvenes y de los nuevos artistas?
Nuestra idea es animar a la gente a que cree otros espacios iguales, no tenemos limitantes de que alguien venga y quiera un espacio, se trata de crear una cadena de consciencia social de que necesitamos arte en El Salvador, de que la gente pase entretenida, no ocupada; en actividades diversas que enriquezcan a la persona en sí y que repercuta en la gente.
Vemos viable que la zona del barrio se recupere culturalmente, que la gente venga y que pueda encontrar una forma de enriquecerse mentalmente.
¿Cómo es la respuesta de los nuevos artistas que participan en este espacio?
Vienen temerosos, cuando vienen a probar sonido les cuesta arrancar, con nervios, pero como son bien aceptados, rápido se incorporan y nos dan un buen show.
¿Cuáles son los proyectos futuros, a largo plazo, cuál es la proyección que como colectivo tienen?
Nosotros somos un colectivo clandestino, hay de por medio fotógrafos, diseñadores, personas que tienen el arte manual y que sólo les hace falta un poquito para desarrollarlo bien y poder expresarlo a otras personas, a futuro vemos que Clandestino no va a ser un café, un bar o un restaurante, sino que va a ser una escuela de arte y nos vamos formando en ese camino, incluso ser productora de eventos culturales que no es lucrarnos de los artistas, sino darles el espacio y quitarles el miedo y darles ese empujoncito que necesitan para que se puedan desarrollar.
Una gran amiga nos dijo que nunca quiso expresar sus poemas en público y nos escribió un poema y nunca le dijimos que íbamos a poner su poema en un mural y cuando fue la inauguración y lo vio se echó en llanto. Luego a las dos semanas nos dijo que se animó a entrar a un curso de poesía y que va venir aquí a hacer un recital.
¿Cuál es el mensaje o el llamado que le hacen a la juventud y a los nuevos artistas?
Que no tengan miedo de expresarse, las primeras veces tal vez las cosas no salen bien, esa fue nuestra experiencia, hicimos todo lo que pudimos en el proyecto anterior y si no funcionó, no fue culpa de nadie, sino que simplemente no era nuestro tiempo, si antes fracásate luego no será así y en medio de eso vas enriqueciéndote más, educándote perfeccionando, y si quieren un espacio, Clandestino está con las puertas abiertas y algo vamos a crear.