EL TAROT: SECRETO DE LA LIBERTAD EN UNO MISMO

Iván Larreynaga habla acerca de los secretos de esta práctica milerania

Por Alfedo Carías Lo que está pasando en el mundo, en la sociedad, es un reflejo de la pobreza o riqueza de la condición humana, y que cada persona lo vive de diferente manera, pero casi todos pasan por iguales circunstancias de los vaivenes de la vida misma que llamamos estrés, depresión, inseguridad, etc. La realidad de cada persona está determinada por lo que dictan sus sentidos, sus patrones de pensamiento y conductas emocionales que han sido construidas y destruidas socialmente. Estos canales de percepción: los sentidos y los pensamientos, así como la memoria que se van acumulando a lo largo del tiempo son altamente influenciables por la sociedad y se vuelven un círculo vicioso, que pocos reconocen y se atreven a afrontar. «Es ahí donde actúa el Tarot, en lo individual. Es por eso que el Libro del Tarot nos permite alejarnos de nuestro ego y auto-observarnos. Como que nos viéramos desde fuera. Y así podemos detectar las señales que nos va colocando ¡la misma vida! para incitarnos al movimiento», nos confiesa el escritor y terapeuta de este arte Iván Larreynaga. Larreynaga, es licenciado en Letras, comunicador y publicista de profesión, que desarrolló en su momento en el pasado. «Inicie mi formación del Tarot como una herramienta Terapéutica y de Sanación, incluso, como un camino Iniciático, la recibí del psicólogo Jorge Molina como parte de un proyecto psicológico donde un grupo de salvadoreños iniciamos un Instituto de Desarrollo Humano y Salud Integral llamado Kiron en (el año) 2010», nos comenta Larreynaga. Con una vestimenta totalmente blanca, con cabello largo y barba, Iván nos abre sus puertas para introducirnos en un mundo desconocido para muchos e ignorado por completo: el arte de El Tarot, una herramienta ancestral, de todos los tiempos y de los albores de la humanidad que siempre cuestionó a quien lo consultaba sobre la responsabilidad que tenía dicha persona en la situación que le aquejaba. Y también advertía y guiaba a la hora de tomar decisiones o actuar. El Tarot está compuesto de 22 Arcanos Mayores y 56 Arcanos Menores, haciendo un total de 78 láminas (cartas). «Arcano» proviene del latín Arcanus, que significa en español ‘Cosa secreta, recóndita, reservada, de muy difícil comprensión, Secreto muy reservado, algo oculto’. Y el motivo de esta denominación es porque justamente el Tarot, como muchas otras ciencias, aún la misma Biblia, habla de cosas que, en algún momento de la historia, no interesaba que se supieran porque significa «libertad, apertura, contacto con dios, conocimiento supremo, descubrimiento de la Verdad». Aún ahora, aunque se pueda hablar de esto en algún medio, es visto como algo relacionado con el mal... Ya quedó esa inercia de pensamiento en la humanidad. Cuando realmente el Tarot es todo lo contrario. Una situación que nos hace infeliz, que nos provoca sufrimiento, dolor o enfermedad no es más que un reflejo de lo que dentro de nosotros mismos está siendo llamado. Una cosa es la injusticia que se pueda cometer en nosotros, pero otra cosa es el por qué siempre nos pasa lo mismo una y otra vez. ¿Qué hay de responsabilidad en nosotros con respecto a lo que nos suceda afuera? Nos explica Larreynaga: - Te permite ponerte en contacto con tu Ser Interior, con tu Verdad, con tu Verdadero Deseo y Potencial. - Te muestra un panorama posible, según tu Aquí y Ahora, sobre tu devenir. De esa manera te permite corregir o redirigir tus decisiones. - Sugiere caminos, te puede guiar hacia tu Razón de existencia. En definitiva, el Tarot habla haciéndote pensar: qué es lo que te ata, que condicionamientos de la sociedad, de la cultura, de la memoria, de la familia y hasta de la misma moral te encierra en una torre inamovible que te impide discernir sobre tu propia vida y tu relación con los demás, agrega Larreynaga. La relación superficial que relacionan al Tarot con predecirte en el amor, la salud y el dinero es la punta del Iceberg de lo que realmente es esta peculiar herramienta. En tal sentido, Larreynaga nos comparte su proyecto denominado «Yo Tarot», que es momentáneamente la creación de una Fan Page en Facebook que se encarga de colgar información relacionado al tópico, pueden hacer citas para charlas personalizadas y atención terapéutica a través del Tarot. De igual forma, lanza el consultorio llamado «Arcano» donde pueden consultar en persona a este maestro del Tarot todos los jueves a partir de las 5 p.m. en el café, bar, restaurante Clandestino en la residencial San Luis. Pueden hacer citas por medio de su correo electró nicoelesperodeltarot@gmail.com o pueden buscarlo en su facebook o seguirlo a través de su cuenta de twitter con el nombre yo tarot. Las sesiones duran según lo estime la persona y el ambiente. Como inicio son de 10 a 15 minutos para consultas directas, «cortas» y son acompañadas con la lectura de los naipes, las cartas que popularmente conocemos en los juegos de azar o apuestas, pero realmente su procedencia viene del Tarot pero no de la misma manera, mucho menos con el mismo fin. Según la concepción más aceptada, realmente los naipes de mesa, de juego, fueron una «degeneración» del Tarot cuando estaba siendo perseguido por quienes querían ocultar esta herramienta (como muchas otras, así como otras ciencias y conocimientos), nos revela el terapeuta. De pronto terminó siendo un juego. Pero estas cartas de mesa realmente se corresponden con los 56 Arcanos Menores del Tarot; solo que al juego se le cambiaron los símbolos por Corazones, Diamantes, Tréboles y Diamantes Negros. Éstas cuatro tienen su correspondencia con las Copas, Oros, Bastos y Espadas del Tarot. Realmente con lo que se juega en la mesa, con los naipes, no es más que con la parte «clandestina» del Tarot. «El Tarot actúa sobre una Ley Universal que el discípulo de Freud (Carl Gustav Jung) denominó Sincronicidad. Esto es que nada, absolutamente nada en esta vida sucede por casualidad, sino que por Causalidad. Es decir, que tiene un sentido claro o un mensaje claro en nuestras propias vidas. Desde este punto de vista, el ‘echar’ el Tarot ya genera un mensaje. Luego, el mismo Tarot está repleto de símbolos, paradigmas y una serie de ciencias como la cábala, la astrología y otras que al Tarotista le dan elementos claros para verbalizar un mensaje. Eso sí, haciendo uso de la intuición y de la empatía que genera con la persona que se acerca a consultar», concluye Larreynaga.